Cerdo
En Carnicería Lucas hemos llevado nuestra carnicería de toda la vida directamente a tu hogar. Descubre la mejor carne de cerdo a domicilio sin renunciar a nada: ni a la calidad de las piezas Duroc e ibéricas seleccionadas, ni al corte personalizado al momento, ni a ese trato cercano que solo tu carnicero de confianza puede ofrecerte. Con entrega rápida en Madrid y alrededores, porque el buen sabor no puede esperar.
fresca y adobada
Hay algo mágico en el ritual de preparar un buen plato de carne. El chisporroteo en la sartén, ese aroma que llena la cocina, la primera jugosa probada… Pero ese momento perfecto empieza mucho antes: en la elección de la pieza correcta, en su frescura, en el corte preciso.
Cada mañana elegimos las mejores piezas. Como lo hacíamos cuando abrías la puerta de nuestra tienda, como lo seguiremos haciendo ahora que la comodidad te permite recibirlas en casa. Nuestro servicio de carne de cerdo online mantiene intacta nuestra exigencia: solo lo mejor llega a tu mesa.
La frescura es innegociable. Por eso cada pieza se envasa al vacío siguiendo protocolos profesionales que preservan textura, jugosidad y ese sabor auténtico que buscas. Cuando abras el paquete, será como si acabáramos de cortarlo para ti.
Seguimos siendo tu carnicería de siempre, esa donde te conocen, donde saben qué corte prefieres para tu receta de los domingos. La comodidad de comprar carne de cerdo a domicilio con el trato humano de toda la vida.
Calidad, servicio y sabor de siempre, ahora en tu casa.
Consigue carne de cerdo de calidad de forma sencilla y preparada por profesionales.
Esta es nuestra selección más demandada. Los clásicos que nunca fallan.
En Carnicería Lucas preparamos cochinillo asado artesanal siguiendo la receta de toda la vida: cocción lenta, temperaturas precisas, y ese punto exacto que solo da la experiencia. Recíbelo listo para servir, con todo el sabor de la tradición castellana y sin mancharte ni un delantal.
Nuestro cochinillo asado se prepara como manda la tradición: horno de leña, cocción lenta y temperaturas controladas que convierten la piel en un crujiente irresistible mientras la carne se mantiene jugosa y aromática. No improvisamos, seguimos el método que ha funcionado durante generaciones.
Olvídate de cálculos de temperatura, de tiempos de cocción, de controlar el horno cada diez minutos. Tu cochinillo asado a domicilio llega completamente preparado. Solo necesitas calentarlo unos minutos según nuestras indicaciones y servirlo. El resultado: un plato digno de celebración sin el estrés de la cocina.
Cumpleaños, fiestas familiares... Hay momentos que merecen algo especial, pero no siempre tienes la energía o el tiempo para cocinar a lo grande. Con nuestro cochinillo preparado, eres el anfitrión perfecto sin sacrificar tu mañana ni tu tranquilidad. Tú disfrutas, nosotros cocinamos.
Resolvemos las dudas más habituales de nuestros clientes.
El cerdo Duroc destaca por su infiltración de grasa intramuscular que aporta jugosidad y sabor excepcionales. Es una raza criada específicamente por su calidad cárnica. El cerdo ibérico, por su parte, proviene de una raza autóctona española con genética única y, generalmente, una alimentación y crianza específicas (bellota, campo) que le confieren un sabor más intenso, aromático y una textura diferenciada. Ambos son excelentes, cada uno en su categoría.
Absolutamente. En nuestro catálogo trabajamos con todos los cortes premium: secreto de cerdo Duroc, presa, costilla, cinta de lomo ibérico, panceta fresca… Y si necesitas algún corte específico o una preparación especial, solo tienes que consultarnos. Estamos para adaptarnos a tus necesidades.
Siempre fresca, nunca congelada. Es uno de nuestros compromisos innegociables. Nuestro servicio de entrega de carne de cerdo a domicilio mantiene la cadena de frío durante todo el transporte, pero la carne llega refrigerada, lista para cocinar o para guardar en tu nevera.
Nuestros gastos de envío son gratuitos con pedidos mínimos escalonados:
También puedes optar por recogida gratuita en tienda.
Sí, trabajamos con particulares y también con profesionales de la hostelería. Si necesitas suministro regular de carne de cerdo para restaurantes o pedidos de mayor volumen, contacta con nosotros y diseñamos un servicio adaptado a tus necesidades profesionales.
Por supuesto. Puedes combinar diferentes cortes de cerdo a domicilio en un mismo pedido, e incluso añadir otros productos de nuestra carnicería, charcutería, elaborados, platos cocinados o despensa. Optimiza tu pedido y recibe todo lo que necesitas en un solo envío.
Elige cómo prefieres contactarnos: WhatsApp, llamada telefónica, correo electrónico, formulario web o visítanos personalmente. Tú decides el canal, nosotros nos encargamos del resto.
Antes de ponernos manos a la obra, hablamos contigo para confirmarte el pedido. Verificamos disponibilidad, confirmamos cantidades y, si algún producto no estuviera en ese momento, te proponemos opciones similares manteniendo siempre el mismo estándar de calidad. Este paso nos permite preparar tu pedido sin sorpresas, con la agilidad y el trato cercano que nos define, asegurando que cada pieza llegue con la frescura que esperas de Carnicería Charcutería Lucas.
Depende del pedido y disponibilidad de los productos, pero la mayoría se preparan en el mismo día o en un plazo máximo de 24–48 horas. Si es algo urgente, avísanos y haremos todo lo posible para tenerlo listo antes.
Disfruta del auténtico sabor del cerdo de calidad, sin moverte de casa. Ese secreto jugoso a la plancha, esa costilla al horno que se deshace, esa presa perfecta que convierte una cena cualquiera en un momento especial. Todo está a tu alcance con un simple mensaje.
El secreto no necesita complicaciones. Sácalo del frigorífico 30 minutos antes, sécalo bien con papel de cocina para que agarre temperatura uniforme, y márcalo en una plancha bien caliente con apenas unas gotas de aceite. Dos o tres minutos por lado son suficientes. El resultado: exterior sellado y crujiente, interior rosado y jugoso. Un toque de sal Maldon al terminar y listo.
La costilla Duroc al horno es puro confort food. El truco está en la cocción lenta: precalienta a 160°C, coloca las costillas en una bandeja con un chorrito de vino blanco o cerveza, cubre con papel de aluminio y deja que se cocinen durante 90 minutos. Después, retira el papel, sube a 200°C y deja que se doren otros 15-20 minutos. Tiernas por dentro, caramelizadas por fuera.
Un buen marinado eleva cualquier pieza. Para cortes magros como la presa o el lomo, prueba con aceite de oliva, ajo, pimentón y un toque de comino durante 4-6 horas. Para la panceta, una mezcla de miel, mostaza y salsa de soja crea un glaseado espectacular. La carne de cerdo absorbe sabores como ninguna otra, aprovéchalo.
La carne de cerdo es una fuente excepcional de proteínas completas, con todos los aminoácidos esenciales que tu cuerpo necesita. Una porción de 100 gramos de lomo de cerdo aporta aproximadamente 22 gramos de proteína, fundamental para mantener la masa muscular, la recuperación tras el ejercicio y el correcto funcionamiento del organismo.
El cerdo destaca especialmente por su contenido en vitamina B1 (tiamina), esencial para el metabolismo energético y el sistema nervioso. También aporta vitamina B12, necesaria para la formación de glóbulos rojos, además de minerales como zinc, fósforo, selenio y hierro. Una carne completa nutricionalmente.
Contrario a la creencia popular, muchos cortes de cerdo son sorprendentemente magros. El solomillo de cerdo tiene menos grasa que muchas piezas de ternera o pollo con piel. La presa Duroc, aunque con infiltración natural, aporta grasas insaturadas beneficiosas. Elegir los cortes adecuados permite disfrutar del sabor sin excesos.
El cerdo blanco nacional es la opción más accesible sin renunciar a la calidad. Criado en España bajo estrictos controles sanitarios, ofrece una carne tierna y suave, perfecta para el consumo diario. Chuletas, solomillo o costillas de cerdo blanco son apuestas seguras para comidas familiares donde prima la relación calidad-precio.
La raza Duroc ha conquistado a chefs y aficionados por su grasa intramuscular natural que aporta jugosidad excepcional. Esta infiltración es la responsable de que cortes como el secreto, la presa o la costilla Duroc tengan ese sabor intenso y esa textura que se deshace en boca. Es el equilibrio perfecto entre calidad premium y precio razonable.
El cerdo ibérico representa la cúspide de la calidad porcina española. Con una genética única, crianza en libertad y, en los mejores casos, alimentación de bellota, produce cortes de sabor profundo, aromático y complejo. La cinta de lomo ibérico, el secreto o el pluma ibéricos son experiencias gastronómicas que justifican su precio con cada bocado.
La carne de cerdo fresca debe conservarse siempre en el frigorífico entre 0°C y 4°C. Si viene envasada al vacío, puede mantenerse hasta 10-15 días en perfectas condiciones. Una vez abierto el envase, consúmela en 2-3 días máximo. Si no vas a utilizarla pronto, congélala inmediatamente: a -18°C se conserva hasta 6 meses sin perder calidad.
Nunca descongeles la carne a temperatura ambiente. El método más seguro es pasarla del congelador al frigorífico 24 horas antes de cocinarla, permitiendo una descongelación lenta y controlada. Si tienes prisa, puedes sumergirla en agua fría (cambiándola cada 30 minutos) dentro de su envase hermético. Evita el microondas, altera la textura.
El cerdo debe alcanzar una temperatura interna de 63°C para garantizar su seguridad alimentaria, aunque ya no es necesario cocinarlo «muy hecho» como antes. Un termómetro de cocina es tu mejor aliado: 63°C te da un punto rosado, jugoso y perfectamente seguro. A 70°C queda completamente hecho pero aún tierno. Por encima de 75°C empiezas a perder jugosidad.
El cerdo ha sido protagonista de la dieta mediterránea durante milenios. En España, la tradición de la matanza del cerdo unía a familias enteras en un ritual que aprovechaba cada parte del animal. Esta cultura del aprovechamiento máximo nos ha legado una riqueza gastronómica única: desde embutidos artesanales hasta los cortes frescos que hoy disfrutamos en nuestras mesas.
Cochinillo asado, secreto a la brasa, costillar guisado… El cerdo ha presidido las mesas de celebración españolas durante generaciones. Bodas, comuniones, Navidades o simplemente los domingos en familia siempre han tenido al cerdo como protagonista. Esta tradición continúa hoy, adaptada a los nuevos tiempos pero manteniendo intacta la esencia del sabor auténtico.
Las carnicerías de toda la vida somos más que comercios: somos guardianes de técnicas, conocimientos y estándares de calidad transmitidos de generación en generación. Sabemos elegir la pieza perfecta, el corte exacto para cada receta, el grosor ideal para cada preparación. Ese conocimiento no se aprende en libros, se hereda y se perfecciona con años de oficio.
Los cortes magros como el solomillo o la presa maridan perfectamente con tintos jóvenes afrutados, como un Rioja Crianza o un Ribera del Duero joven. Para preparaciones más potentes como la costilla asada o el secreto a la brasa, apuesta por tintos con más cuerpo y estructura. La panceta caramelizada sorprende con un rosado fresco que equilibra la grasa. Y el cochinillo asado pide a gritos un blanco con crianza o un tinto reserva.
Cada corte tiene su compañero ideal. Las patatas panaderas o asadas son el acompañamiento clásico del cochinillo y las costillas. La presa y el secreto brillan con pimientos de Padrón o ensalada fresca. Las chuletas agradecen unas patatas fritas caseras crujientes. Y para platos más elaborados, purés de boniato, manzana asada o cebolla caramelizada crean contrastes deliciosos.
Una buena salsa transforma lo bueno en memorable. Para cortes a la plancha, una reducción de Pedro Ximénez con un toque de mostaza crea magia. El secreto se sublima con una salsa verde de perejil y ajo. Las costillas piden una salsa barbacoa casera con tomate, miel y especias. Y el lomo admite desde una simple vinagreta de chalota hasta una salsa de champiñones y nata ligera.
